Ya sea que trabajemos desde casa o en una oficina, nuestro espacio de trabajo es el lugar donde probablemente pasemos una gran cantidad de horas del día, por lo que necesitamos que no sólo sea adecuado a nuestras necesidades, sino que también sea cómodo y nos inspire a trabajar mejor y ser más productivos.

Lo bueno es que existen varias maneras muy sencillas de mejorar nuestro entorno y, al mismo tiempo, nuestra creatividad y motivación.

(como este artículo es muy largo, preferimos dividirlo en dos partes. Esta es la segunda parte)

1- Rodearnos de objetos inspiradores

Todos tenemos objetos o cosas que nos influyeron, o siguen influyendo en nuestro trabajo y vida personal. Ya sean libros de temas o personas que admiramos, imágenes religiosas u objetos de nuestra infancia, el tenerlos a nuestro alrededor mientras trabajamos nos permitirán al mismo tiempo relajarnos, y hacer más productiva la jornada laboral.

Es fundamental realizar pausas para tomar nuestra infusión o bebida favorita, distendernos durante unos minutos y despejar la mente, admirando aquello que tenemos alrededor. Esto nos permitirá continuar trabajando enfocados y concentrados por más tiempo.

2- La luz

Siempre que podamos, es importante rodearse de luz natural. Está demostrado que la gente trabaja mejor con iluminación natural, ya que la misma regula la secreción de sustancias que mejoran nuestra atención y humor, tales como la melatonina y la serotonina.

Aunque hay que tener en cuenta que demasiada luz puede reflejarse en las pantallas de las computadoras y afectar a nuestra percepción del color, sobre todo si estamos trabajando con aplicaciones de diseño o edición. Una buena cortina difusora puede hacer toda la diferencia y nos evitará esos molestos reflejos.

No siempre es posible trabajar con luz natural, por lo que es recomendable contar con una buena iluminación artificial, no directamente dirigida a los monitores de computadora, y que tampoco nos genere sombras sobre nuestro espacio de trabajo. Es necesario contar con lámparas que provean de luz neutral o “luz día”, ya que no afectan a nuestra percepción del color.

3- Dónde y cómo nos sentamos

Pasar la mayor parte del día sentado no es lo mejor para nuestra salud, considerando que habitualmente pasamos unas 8 horas o más en dicha posición. Lo recomendable es hacer pausas de 10-15 minutos cada dos horas de trabajo, en las que podremos caminar, hacer ejercicios de estiramiento, y también aprovechar para relajarnos e inspirarnos, como nombramos anteriormente.

Tener una silla incómoda, sumada a un escritorio a una altura inadecuada, hace que la situación empeore, ya que no estaremos sentados correctamente y perderemos concentración debido a los dolores y contracturas, que pueden tener además consecuencias a largo plazo. Aquí es donde entra en juego la ergonomía:

Una buena silla con soporte lumbar, que la altura de nuestra vista esté un poco más arriba con respecto al monitor de la computadora, la posición de nuestros codos en un ángulo de 90 grados sobre la mesa, y los pies rectos sobre el piso, harán que estemos mejor enfocados en nuestro trabajo, y ser más productivos. También nos ahorrará la necesidad de invertir luego en tratamientos para los dolores.

Una buena idea es dejar algunos objetos que usemos habitualmente en un lugar más alejado, lo cual nos obligará a levantarnos para alcanzarlos, permitiéndonos hacer una pequeña pausa de nuestra posición de sentados. Por ejemplo, podremos colocar las bebidas en otro lugar que no sea el escritorio.

4- la temperatura y los sonidos de nuestro entorno:

En lo posible, deberemos ajustar la temperatura a un nivel que nos haga sentir cómodos, y también vestir ropas acordes a la misma. Mucho calor o mucho frío harán que nos distraigamos con más frecuencia e, incluso, pueden enfermarnos.

Es probable que trabajemos en un lugar con mucho ruido, o con sonidos que nos distraen constantemente (conversaciones, teléfonos sonando, música o televisores encendidos), estos harán disminuir nuestro nivel de concentración e incluso nos agotarán mucho antes de que termine nuestra jornada laboral. Si no es posible evitarlos (sobre todo en oficinas grandes), una solución es probar el uso de auriculares con cancelación de ruido para disminuir el nivel de estos sonidos externos, e incluso utilizarlos con aplicaciones generadoras de ruido blanco, que nos ayudarán a anular las distracciones externas. Hay muchas disponibles gratuitamente online, siendo esta una de las más conocidas.

5- un poco de verde:

Si, claro, ya quisiéramos tener esta vista desde nuestras oficinas. Pero de cualquier manera, con sólo añadir unas plantas, la percepción de nuestro espacio de trabajo cambiará radicalmente. Además de ser beneficiosas para la salud,  también su color verde ayudará a relajarnos al crear un entorno más natural al habitual, rodeado de elementos artificiales y electrónicos.

¡No te pierdas la segunda parte!

Por Diego Pabon – Diseñador Industrial – Cofundador
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